Habia una vez un anciano que pasaba los dias sentado junto a un pozo a la entrada del pueblo. Un dia, un joven se le acerco y le preguntó:
-Yo nunca he venido por estos lugares. ¿Cómo son los habitantes de esta ciudad?
El anciano le respondió con otra pregunta:
-¿Cómo te imaginas que son?
-Egoístas y malvados, igual que la gente del pueblo vecino.
-”Estás en lo cierto, asi son los habitantes de esta ciudad“, le respondió el anciano.
Un poco después, otro joven se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta:
-Voy llegando a este lugar. ¿Cómo son los habitantes de esta ciudad?
El anciano de nuevo le contestó con la misma pregunta:
-¿Cómo te imaginas que son?
-Imagino que son buenos, generosos, hospitalarios y trabajadores.
-Has acertado muchacho, así son aquí las personas – respondió el anciano.
Un hombre que había llevado sus animales a tomar agua al pozo y que había escuchado la conversación, en cuanto el joven se alejó, le dijo al anciano:
-¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta hecha por dos personas?
-Mira - le respondió – Cada uno lleva el universo en su corazón. Las personas encuentran siempre lo que esperan encontrar
Si al leer este cuento piensas que con esfuerzo y constancia es posible alcanzar tus sueños, te diré que tienes razón. Si, por el contrario, crees que son puras tonterías, que tu felicidad no depende de tí, que por más que hagas, siempre al final hay algo que te fastidia, te diré... pues tienes razón.
Tus creencias te conducen hacia tu destino, y condicionan de una u otra manera la forma en que "construyes tu realidad"
Eres libre de creer lo que quieras, eso sí, tómate el trabajo de identificar esas creencias y elegir conscientemente con cuáles te quieres quedar. De eso, probablemte, dependa tu felicidad.
¿Merece la pena, verdad?
Este texto lo he copiado de indeph, página de coaching de Alicante, dirigida por Mariana Castrogiovanni, y me ha tocado bastante con su mensaje, a ver si a vosotros os llega también.
También Salva Gálvez está hablando de esto últiamamente y va a hacer una conferencia por skype a la que voy a asistir. Nuestras decisiones las tomamos en base a nuestras creencias que pueden ayudarnos si son positivas o pueden hacernoslo más difícil si son limitantes.